NEOLIBRALISMO:
Nuevamente Esclavitud y Oligarquía Liberadas
¿Qué es esta “nueva” liberalidad que estamos comprando? ¿Qué es esta libertad para dañar con la bandera de libre mercado? ¿Qué nueva bandera rebolea en nuestro cielo? Una bandera que de nueva no tiene nada y que atrás del escudo y de su himno traidor, los encontramos puliendo ya, sus viejas uñas fascistas.
Pero no me confundáis en inculpaciones; aquí a quien apunto no es sólo al imperio o a un conjunto de personas malévolas en particular, apunto principalmente a todos nosotros como individuos y al organizarnos. No hay nadie que no coopere para crear la idiosincrasia, somos nosotros quienes forjamos la nación y el valle de lágrimas. Nosotros somos sus malas instituciones, de nosotros es la envidia; el boicot al éxito del vecino, nuestro el empleo jodido, nuestras las borracheras de despecho, nuestro el malinchismo, nuestro el arreglo acomodaticio, nuestro el mañana lo hago y nuestras las colas en bola y el changarrismo. Casi todos tenemos la baja autoestima de ser nacidos en un país de tercera, cuando nosotros nos creamos de tercera. Queremos salir de hoyo a costa del esfuerzo ajeno, deseamos tener un buen “hueso”; copiarle la idea al de al lado; que el gobierno nos arregle todo o irnos al otro lado o presumir de lo ajeno. Pareciera que nos agrada y nos sirve esta anarquía mexicana” y “al que no le guste que se vaya…” ¿Qué no? Pero la triste verdad es que si pudieran, muchos se irían.
Volcar la culpa al gobierno ha sido siempre la retórica del teatrito que hemos montado nosotros mismos. A mi parecer, creer y vivir dentro de esta parodia de país denota que creemos en un complot planeando todo este embrollo político para nuestra desventura. Y creemos también en un súper héroe político que sí sepa gobernar.
Me parece, también, que cada mexicano traemos un pirata y un derrotado en la sangre y en la lucha entre estos íntimos contrincantes, se produce una nación donde las castas aún luchan en desbandada dentro de cada mexicano, trayendo esta caótica realidad interna al mundo. Y es que aún estamos debatiéndonos los tesoros de la dizque amada patria con cielito lindo, ¡ajúa! y todo. Aún prevalece en nosotros esta ambición de saquear y vender a quien se deje y a quien no se deje también. Los regalos del hermoso territorio mexicano y los sudores de nuestras manos y mentes trabajadoras, en manos de la avaricia cuando se nos enfría el corazón.
Sin llegar a generalizar, lo más patético es que cuando ayudamos a vender un trozo de patria con nuestros actos o con nuestro silencio y con nuestra sumisa compra; el vacío y la angustia son tales que nos malgastamos en olvidar…Y cuando levantamos la vista lo único que vemos con nuestros enturbiados ojos de arrepentimiento y coraje, es la piedra en el camino, y cuando pensamos, pensamos en cómo aventarle la piedra a otro más pendejo y en cómo llegar a la cima aunque sea a base de tranzas y madrazos y así poder, al fin, demostrarle a todos lo chingón que soy. "Ya verán cuando todos sepan quién soy yo..." Y mientras eso pasa… "¡Me vale madres el mundo y los demás!"
Mientras intentamos realizar este sueño de por sí postergado y envenenado, el caos invade nuestro pensar y actuar; mientras, nos acomodamos entre laureles de moda y comodidad y, mientras, los colmillos de los más rapaces se afilan y planean el siguiente ataque. Mientras te duermes camarón camaney, tú eres su prey.
Esclavos ignorantes otra vez y ni nos dimos cuenta a qué hora nos pusieron los grilletes de la comodidad; en qué momento ya no me di cuenta de nada…
El viejo señor feudal ahora CEO, ha renacido en la inteligencia artificial que sólo distingue entre números negros y números rojos y que usará todo el poder de tu firma para exprimirte en “cómodas y softisticadas” mensualidades
